construcción de gasoductos

Ante la necesidad de encontrar nuevas fuentes de suministro de gas para las necesidades europeas, España decidió retomar la idea de construir el gasoducto MidCat, rechazada en 2019, que entregaría gas desde terminales de GNL en Cataluña al suroeste de Francia. Sin embargo, Francia, que no había apoyado previamente este proyecto, nuevamente se opuso categóricamente a su implementación, a pesar del apoyo activo de MidCat por parte de Alemania. Así lo informa el Financial Times.

España prácticamente no produce su propio gas, pero desde la década de 1980, el país ha estado construyendo activamente gasoductos y terminales de GNL, que reciben gas de Argelia, Nigeria, Qatar, EE. UU. y Rusia. Seis terminales operativas y unidades de gasificación de GNL tienen capacidad para manejar 60 000 millones de metros cúbicos de gas al año, lo que representa un tercio de la capacidad total de la UE.

Hace unos 15 años, España planteó la idea de tender el gasoducto MidCat, que podría entregar 7.000 millones de metros cúbicos de gas al año al suroeste de Francia. En virtud de este proyecto, el tramo de 100 kilómetros del gasoducto hasta la frontera con España será construido por el operador español de la red de distribución de gas Enagas, que ya da servicio a dos gasoductos existentes desde España a Francia con una capacidad de 8.500 millones de metros cúbicos al año. . Según los cálculos preliminares, la construcción del tramo español de MidCat tendrá un coste de 375 millones de euros y se podrá completar en otoño de 2023, y en 2030 se podrá actualizar a suministro de hidrógeno. Sin embargo, en 2019, los reguladores de energía de Francia y España calificaron el proyecto de demasiado costoso y no satisfacía las necesidades del mercado, por lo que se redujo.

Mientras tanto, ante el rechazo del gas ruso, Europa necesita ahora fuentes alternativas de suministro. Y en este sentido, España propuso reactivar el proyecto MidCat. El canciller alemán Olaf Scholz apoyó firmemente la construcción del oleoducto. Sin embargo, las autoridades francesas dijeron que el proyecto no es rentable: según sus estimaciones, su construcción y modernización costará al menos 3.000 millones de euros, llevará mucho más tiempo construirlo de lo que promete España y por qué invertir en infraestructura de transporte de gas si Francia produce electricidad en gran medida?grado con la ayuda de las plantas de energía nuclear y se está reconstruyendo activamente en los recursos de energía renovable.

Como señaló Thierry Bro, experto en energía del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po), en un comentario para FT, los llamamientos de España para la construcción de un oleoducto no están conectados ni con la solidaridad europea ni con la situación en torno a Ucrania: “ Alemania ha gestionado mal sus redes de gas y electricidad. España ha construido demasiadas terminales de GNL. Y no entiendo por qué los contribuyentes franceses deberían pagar los errores cometidos por España y Alemania”. Uno de los exfuncionarios españoles también expresó su desacuerdo con el proyecto español, señalando que sería mucho más rentable enviar GNL en camiones cisterna a Alemania, donde será regasificado. Y Berlín está en proceso de comprar nuevas unidades de regasificación de GNL, dijo, y agregó que “MidCat es más como ciencia ficción”.