SNCF's low-cost Ouigo high-speed train is a hit in Spain

Bajada de precios y aumento del número de viajeros (incluso para la empresa histórica Renfe): España saca un balance muy positivo de la apertura de la competencia al transporte ferroviario de viajeros.

Tras la llegada de la SNCF Ouigo en la primavera de 2021 a la línea Madrid/Barcelona, ​​luego Madrid/Valencia/Alicante, le toca al operador Iryo entrar en el competitivo mercado ferroviario español de alta velocidad. El grupo hispano-italiano, propiedad de TrenItalia, Air Nostrum y el gigante de las infraestructuras Global Via, ofrece 16 viajes diarios de ida y vuelta entre Cataluña y la capital española. Esta oferta se suma a los clásicos TGV de Renfe, el operador incumbente, a los trenes de bajo coste del mismo grupo y por tanto a los trenes de la SNCF. En esta línea, la única realmente rentable de España, se ofrecen diariamente una cincuentena de viajes de ida y vuelta en tren de alta velocidad. Para la primavera de 2023, además del corredor hacia Valencia, será el turno de Andalucía (Córdoba, Sevilla y Málaga) para recibir a los dos competidores de Renfe.

Ningún otro país de Europa ha abierto tanto su mercado ferroviario. 18 meses después, los resultados son convincentes y el tren está en auge.

Precios a la baja y cambio del aire al tren

Desde el fin del monopolio de Renfe, los precios se han desplomado: según la web de Trainline, el precio medio de un billete de ida Madrid-Barcelona ha pasado de 81 euros a 46 euros, una caída del 43%. El tráfico se está disparando con un aumento de las reservas en la misma línea del 68% en los últimos dos meses. Hoy la mitad de los viajeros entre las dos ciudades toman un tren de bajo costo.

Pese a la apertura a la competencia, Renfe no ha perdido viajeros: sus índices de ocupación son los mismos que antes de la crisis del Covid, cuando no tenía competidores. Por otro lado, el transporte aéreo está perdiendo cuota de mercado: en 2019, el 35% de los viajes entre Madrid y Barcelona se realizaron en avión. Ahora es sólo el 24%.

Impuesta por Bruselas, la liberalización es ampliamente alentada por la coalición de izquierdas en Madrid. “El Gobierno está apostando fuerte por la competencia y la apertura al mercado, que lamentablemente no siempre existe entre nuestros vecinos europeos, explica Raquel Sánchez, ministra de Transportes. Esta competencia permite a los viajeros tener más opciones a precios más competitivos. Y todo esto promueve el desarrollo de un transporte libre de carbono”.

En treinta años, España ha dado un salto espectacular de 0 a 4000 kilómetros de alta velocidad ferroviaria, convirtiéndose en la segunda red más grande del mundo por detrás de China. Pero esta red ha sido sobredimensionada durante mucho tiempo y muchos han denunciado “un delirio de grandeza”. Hoy, sin embargo, la liberalización facilitará la amortización de estas infraestructuras y revolucionará la forma de moverse en España.

Enlaces Francia/España paralizados

Por otro lado, queda un punto negro: los enlaces transfronterizos: es casi imposible viajar en tren a Francia. Inaugurado hace 10 años, el túnel ferroviario de Perthus, que costó 3.500 millones de euros entre Perpiñán y Figueres (España), está muy infrautilizado. SNCF y Renfe, ahora competidores en España, han puesto fin a su colaboración y han cancelado las conexiones a Barcelona desde Lyon, y Madrid desde Marsella. Como resultado, la oferta ya era limitada: se está muriendo de hambre con solo dos viajes de ida y vuelta por día entre París y Barcelona ofrecidos por la SNCF. Renfe (al igual que Iryo) está haciendo todo lo posible para entrar en el mercado francés pero aún no ha obtenido las autorizaciones necesarias. La homologación de material rodante y la formación de agentes parece ser un problema. En Madrid vemos sobre todo una evidente mala voluntad de París que haría todo lo posible por retrasar la apertura a competición.